¡¡¡LOS MARCIANOS INVADEN OULU!!!

Hoy he estado escuchando los informativos en Oulu TV y me he percatado de algo sorprendente. Muchos finlandeses afirman fehacientemente haber avistado varios platillos volantes.
En realidad esta noticia no me ha impactado mucho ya que, teniendo en cuenta que Finlandia es el segundo país del mundo con la tasa de suicidio más alta, y que beben más que Massiel en un 31 de Diciembre, pues no me extrañaría que vieran platillos volantes e incluso a Jesulín de Ubrique leyendo un libro.
Pero claro, ya cuando vi la foto adjunta en el cabecero del noticiero, tuve una prueba más que justificante del asunto.
Los primeros estudios sobre el híbrido en cuestión apuntan a un cruce entre el capitán pescanova y papá pitufo (dejando claro mi más profundo respeto hacia papá pitufo).
El origen probablemente puede ser el Planeta Agostini, pero no se sabe, ya que junto a los restos de su nave espacial no se ha encontrado ni un solo libro (probablemente viajaba con Jesulín de Ubrique).
Los directores de casting de la próxima edición de Crónicas Marcianas han confirmado que no se les ha escapado ningún freaky.
También todos los equipos deportivos del planeta (Agostini, por su puesto) han asegurado que no se les ha fugado ningún jugador con el número 7.
Y por último Ágatha Ruiz de la Prada ha desmentido que le hayan robado alguno de sus últimos diseños top drag-queen exclusivos tipo “miradme todos, que esto es como el circo pero sin pagar”.
En cualquier caso espero que este impacto visual no os deje residuos psicológicos, que las noches durmiendo en soledad y con la casa a oscuras después de haber visto “El sexto sentido” o un telediario con Alfredo Urdaci son difíciles de llevar.
Bueno, y después de este preámbulo informativo, quisiera explicar el origen de la foto y del sujeto.
Este domingo, como todos, fui a ver a mi familia finlandesa (los kumis, ¿os acordáis?).
Después de pasar todo el día con ellos, comiendo más que Cassano en un buffet libre, llegó la hora de irme a casa. Así que después de comprobar que no llovía demasiado, y a pesar de que llevaba puesto mi chaquetón impermeable de 200 euros, mis familia finlandesa insistió en improvisar un impermeable para que no me mojara y no pasara frío.¡Ay!, improvisar,¡que bonita palabra!.¿Quién sería el cabroncete que la introdujo en la lengua finlandesa?.
Así que a los dos minutos veo a los dos abueletes acercarse a mi con un plástico azul inmenso y con un rollo de cinta americana y empiezan a empapelarme como si fuera un regalo de un todo a cien.
Eso sí, mientras lo hacían, se estaban descojonando viendo la cara que se me quedaba ante semejante situación.
Acto seguido me hicieron una foto y me fui a por la bici para volver a casa.
Sobre el cómo subí a la bici y cómo conduje hasta casa, mejor ni os lo cuento. A los que tuvisteis la ocasión de ir a ver El Circo del Sol en Málaga, os podéis hacer una idea.
Ni uno, ni un solo finlandés dejó de mirarme y de reírse cuando pasaba por delante suya con la bici. Fue un espectáculo digno Ágatha Ruiz de la Prada (y además , sin pagar).
Entre el calor que acumulaba en el cuerpo con el plástico y el chaquetón, y lo que sudaba pedaleando, había una mezcla calor-humedad que si me hubiera metido unas semillas de marihuana en el bolsillo cuando salí de casa de mi kumis, al llegar a mi piso hubiera tenido cogollos.
Finalmente, antes de abandonar este post quisiera agradeceros el que no os hicierais eco de mi ignorancia cultural supina al escribir palabras como “baso” o cosas así por el estilo. Ahora veo que es cierto eso que dicen de que con leer sólo el As, el Marca y las etiquetas de los champús cuando estoy en el baño no es suficiente.
El próximo post será como una especie de miscelánea donde contaré varias cosas que me han acontecido aquí y que dicen bastante de la personalidad finlandesa, a fin de abandonar un poco la línea de estos post meramente humorísticos, y poder aportaros, si me permiten el honor, unos leves matices culturales.
Muchas gracias a todos por vuestro tiempo y fidelidad, siendo esto último algo que no abunda en demasía, sobretodo en territorio erasmus
Un saludo a todos desde la tierra de las ardillas.